lunes, 8 de junio de 2009

Los Sueños



De tarde, o tempranas mañanas de fin de semana, cuando invitamos a descansar a nuestros conocimientos, sentidos, incluso a nuestra incompleta mente. Es momento de relajar la vista y levantar vuelo. Quién te dice que en algún sueño aprendés a descubrir esperanzas que guardas en ese interior tan intocable, pero al mismo tiempo tan poco resguardado. Sí, cuantas veces cambiamos de pensamientos por dejarnos influenciar, dejarnos vencer nuestra propia ley de vida por algún comentario, o por tan solo intimidarnos en alguna situación.

Creo que los sueños no son cuestión de infantilismo… La cuestión es que todos estamos acá por lo mismo, todos buscamos la felicidad, el mejorar día a día. Una cosa nos lleva a la otra y un disgusto nos da mucho de lo que aprender. El hombre nunca se conforma con lo que tiene. Porque le tocó blanco, daría su vida por negro y si le tocó negro daría su vida por el blanco, es así, todos lo sabemos. La única cuestión es aprender a valorar lo que tenemos incluso valorar nuestra disconformidad, porque al no estar conformes esperanzamos con algo mas, con algo nuevo o viejo, y eso es soñar.

Un defecto típico del ser humano: vivir adrenalínico por lo que está por pasar, o por lo que queremos que pase, pero no nos damos cuenta de que en ese momento tan acelerado estamos dejando pasar lo que en verdad estamos viviendo, nuestra realidad. Podemos tener una vida simple y sencilla o súper dura, eso depende de nosotros mismos porque en cada paso que damos, estamos eligiendo algo mas o algo menos para nuestras propias vidas….

La muerte es símbolo de logro, de haber cumplido lo que debíamos cumplir, bien o mal, con errores o impecable. Pero en mi opinión, dejemos de soñar con las incoherencias diarias, todos tenemos bien en claro que soñamos lo mismo: y nos encontramos de vuelta en la felicidad, una cosa lleva a la otra y en un detalle hay mucho de lo que hablar.

Florencia Aranguren - 2ndo Polimodal - Los Robles.

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